○Instalaciones de rehabilitación para prevenir la reincidencia

   En Pueblo Prout, en lugar de una prisión, se establece una instalación para la prevención de la reincidencia. Dependiendo del número de delitos, si son pocos, se puede crear una en cooperación con las municipalidades vecinas. La gestión y operación es rotativa entre los residentes.



   Aunque estar aquí por un período fijo de tiempo puede ser visto como un castigo, el principal objetivo es cortar relaciones con malas influencias, quedarse solo y tener mucho tiempo para reflexionar sobre uno mismo. Se acostumbra a la auto-reflexión y se hace un hábito reconocer los pensamientos tan pronto como surgen. Las acciones humanas están generalmente vinculadas a recuerdos pasados; las experiencias de vida se convierten en recuerdos, y esos recuerdos emergen espontáneamente como pensamientos, los cuales se integran inconscientemente en la persona, quien se vuelve emocional y estos sentimientos llevan a la violencia o al crimen.


   Por ejemplo, una persona que creció sin suficiente amor de los padres podría, inconscientemente, cometer delitos o herir a otros para llamar la atención. Alguien que fue traicionado gravemente en el pasado puede desarrollar un trauma, y sin darse cuenta desconfiar constantemente de las personas, impidiendo formar relaciones saludables. Alguien que sufrió abuso puede inconscientemente cometer los mismos actos violentos hacia otros. Quien ha experimentado el placer de las drogas una vez, recordará esa sensación y la buscará de nuevo. El problema es que cuando hay heridas emocionales, la persona puede repetir el mismo comportamiento muchas veces. Es decir, aunque sea arrestado y castigado, si la herida sigue profunda, los mismos pensamientos pueden surgir y llevar a cometer el mismo crimen nuevamente. Desarrollar autocontrol y prevenir la reincidencia toma tiempo, y la duración de la estancia en la instalación varía según la naturaleza del crimen.


   Por lo tanto, para curar y aliviar, se realizan actividades que permiten estar en un estado de no-mind a través de movimientos suaves. Esto incluye meditación, yoga, tai chi, caligrafía, arte como la pintura, jardinería y lectura. Los movimientos lentos ayudan a mantener la calma en la mente, facilitando alcanzar el no-mind. Con ejercicios intensos, uno se concentra demasiado en la actividad y pierde la tranquilidad, desviándose del objetivo.


   También se llevan a cabo actividades en las que un tercero escucha atentamente lo que ha ocurrido en la vida del delincuente y cómo se sintió al respecto. Si la víctima da su consentimiento, también se organizan momentos para que el agresor dialogue con ella o escriba cartas de disculpa.


   Además, para aumentar la autoestima sintiéndose útil, aquellos que pueden enseñar conocimientos o habilidades a personas externas pueden abrir una escuela, dependiendo de su comportamiento dentro de la instalación.


   El uso de internet dentro de la instalación no está permitido, ya que interrumpe el tiempo dedicado a la introspección.


   Pensando en la comunidad en su conjunto, el objetivo es tratar a los delincuentes durante un período determinado para eliminar el crimen en sí, lo que contribuye a la paz general.

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